Kemet


Setecientas veces encarnada en cuerpos diferentes para comprender la armonía. Mi cuerpo de setecientas vidas. Siete puntos trasmutadores hacia el presente eterno. El sexo convirtiéndose en sonido con la mirada del halcón posada en el cruce entre tangible e intangible. 

                                                            Hay caimanes en la boca de los sabios. Animalidad y sufrimiento en la saturación que purifica. Templos humanos que no se identifican con el cuerpo pues de las contradicciones se experimenta trascendente la energía vital. Turquesa, lapislázuli, coral. En los pechos y sus cabezas. Coral, lapislázuli y turquesa. Electricidad en las galerías piramidales y agua sulfatada bajo las estrellas. Lapislázuli, turquesa y coral. Trae en sí la marea la sangre espumosa de las eras. 


Las casas sagradas tienen piedras vivas que cuentan historias de una evolución lumínica. En sus muros hay representaciones de acciones vitales que perfeccionan a los seres, arrebatándoles el miedo a la muerte, la soledad del miedo y la muerte en soledad. Los astros se mueven allí, en los muros intactos, porque los ojos ante ellos se revelan. Los últimos setenta y dos días del horizonte anual, Sirio se oculta antes de volver a brillar. Al salir, le persiguen cinco días que están por encima del año Heru renpet .  heru renpet .  heru renpet .  heru renpet . heru renpet . Los cinco días del perro tienen a las calles amenazadas con la desgracia. Los maestros encontraron esa forma de año, ese año grano de arena que el tiempo suma en su desierto, grano serpiente rondando las doce casas de la danza solar. 

                           Durante doce horas de oscuridad avanzamos con nuestras piernas de bocas de ojos de brazos extendidos de alas entre puertas, laberintos y caminos de muertos. Nos asimos a la angustia hasta encontrar la paz. Por eso mi amuleto es un acto de fe, mi amuleto es la rueda de la existencia. Mi amuleto es una llave para acceder a los arquetipos. El escarabajo pelotero me guía entre las tinieblas. Lleva las semillas de la vida en su saliva mezclada con arena. Anuncia la resurrección del día entre los huevos de arcilla. Mi escarabajo es un amuleto invisible llamado conocimiento. Un metro es un metro pero el espíritu es inasequible a la ceguera del corazón. La densidad de la inconciencia es la inmovilidad.  Una realidad de opuestos nos devuelve a los lotos. Los lotos nos devuelven a los equinoccios y solsticios en las cuatro esquinas del oro. Un desbordamiento en el santuario de los días y los años abre las corrientes. Columnas de signos y de carne. Vemos la procesión. Un paso del Brillo masculino envuelto en vendajes, con Su corona blanca de dos plumas. Es el  Señor de lo manifiesto, la Vara del equilibrio donde se escriben todas las iniciaciones. "Compara, para comprender qué es verdad", [es la voz del escarabajo]. Un paso de Aquel contrapuesto a un paso de éste, señor de la ignorancia, cuya hipnosis es el caos que se orquesta desde un ego desmedido en busca de su placer personal. 
Paso y paso. 
Pasos.
Sabes entonces que eres dualidad. Divinidad. Carnosidad. Luminosidad. Oscuridad. Eres lo alto y lo bajo, lo grande y lo mínimo, lo infinito y lo concentrado. Eres un hombre con cabeza de mujer, una antorcha con intuición de mujer, una mujer con cuerpo de pirámide. Eres hijo e hija del principio multiplicador. Experimentas una temporalidad. Eres amor. Eres una vuelta que no acaba. Una vuelta surgida del Vacío Todo. Un destino no sólo escrito, sino aprendiz. Responsable de la palabra. La palabra te impulsa en el remanente de contradicciones, ante el juicio de la muerte. Tu corazón el chacal pone en la balanza doble [Verdad y Justicia] y todo lo observa aquel espíritu oscuro que te ha seducido hacia la materia. 
Inundación, siembra y recolección. 
                           Tú eres la muerte. Pero la muerte sólo es una parte de sí misma. Tú eres lo que no se agota, el disco dorado y las patas de la vaca, el Absoluto inmanifiesto concentrado en la forma perenne del grano del hoy. Tú eres la vida. Pero la vida sólo es una parte de sí misma. Tú eres la verdad. Realízate, Verdad, en la vida y en la muerte, en tu esencia que abandona la rueda, en tu venda que enciende la vela. 


Tú eres Conciencia.

El disco dorado del Absoluto inmanifestado, a la Creación
pulsación vascular

Ptah: Was+Ankh+Djed